En Ecuador, el Día de los Difuntos se celebra el 2 de noviembre de cada año, siendo esta fecha declarada feriado en el calendario anual. Esta tradición se caracteriza por ser un rito indígena, en donde la costumbre es preparar e intercambiar entre familiares y amigos las guaguas de pan para consumir con la colada morada, que en algunas áreas rurales son también ofrendas principales en los cementerios. El origen de las guaguas de pan en el territorio ecuatoriano se remonta a tiempos ancestrales. Enrique Tasiguano, antropólogo, concuerda con la historia que narran los abuelos de la zona: cuando los caciques morían, eran momificados y sacados a pasear por la comunidad. Con la llegada de los españoles, ese rito se prohibió, pero la gente -en su afán por mantener sus raíces- logró camuflar esta celebración de la muerte, tomó las figuras de pan y las adaptó a sus creencias. Por eso la guagua de pan no tiene brazos ni pies. Al inicio se decoraban las guaguas (niños) de pan con el hollín del horno de leña; con el pasar del tiempo la decoración se volvió dulce y colorida. La colada morada, por su parte, está hecha de especias de la zona, como el ishpingo, el clavo de olor, de harina de maíz morado, frutos rojos de la zona, como el mortiño y la frutilla, así como de otros frutos como la piña. Representa la sangre. Originalmente se preparaban los alimentos y se los llevaban a la tumba de los seres queridos. Esta tradición aún se mantiene en ciertas zonas. También la celebración del Día de los Difuntos en Ecuador consiste en realizar vigilias, visitas a los cementerios. Este es un acto que hacen muchos de los ecuatorianos, ya que al visitar su tumba estos sienten una conexión muy espiritual con sus seres queridos, y estos días se llevan a todas las tumbas flores y comida que eran del agrado de los familiares que ya han fallecido.
Un factor a destacar es cómo celebraban muchas culturas antiguas
en Ecuador: la comunidad ancestral Puruhá, que actualmente es conocida como la
comunidad Kichwa, tiene la tradición de festejar el Día de los Difuntos de
la siguiente manera: Cuando a una mujer perteneciente de esta comunidad se le
muere su esposo, se pinta la cara de negro y se va arrastrando por los campos
de trigo llorando su pérdida y demostrando su dolor y cuánto lo extraña. Otro
ejemplo es el del pueblo Inca donde la muerte de muchas de las
familias era expresado con gritos de desesperanza y se invocaba al Dios Inti,
que es dios Sol en esta cultura, para que así esta luz acompañe siempre en el
camino de la eternidad del fallecido.